
Las empresas de toda la ciudad de Ocala cerraron sus puertas el viernes por la mañana a raíz de la pandemia de COVID-19 que detuvo a la nación. El martes, el gobernador Ron DeSantis anunció que a los bares no se les permitiría operar durante 30 días, y que los restaurantes tendrían que operar al 50 por ciento de su capacidad. El viernes, restringió los restaurantes a los servicios de autoservicio, comida para llevar y entrega. Decenas de empresas locales se han visto afectadas negativamente, con algunas excepciones. Los negocios en el este, oeste y el centro de Ocala cerraron sus puertas esta semana, sin saber cuándo volverían a abrir.